Escucha, acoge y cumple la palabra
que dicta el ocre aliento de la tierra
encierra al verbo anciano que se quiebra
en óseos muros con llave macabra
casual belleza de arácnido abrazo
tan egoísta, hasta en su propia muerte
Belleza muerta
Géltex con sobrecubierta.
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ResponderEliminarMe ha encantado...
ResponderEliminarMuchas gracias. Algún día te contaré un secreto sobre los últimos versos.
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